El que alguna vez me escucho reír sabe que tengo una forma muy particular de hacerlo. Para graficarlo mejor, muchos me joden con que estoy por poner un huevo como las gallinas.
Si, así es. Lejos de darme vergüenza… ¡Me encanta!
¿Por qué? Porque veo que contagio a más de uno y que comienza un ritual en el que no podemos parar, aun cuando nos duele los abdominales (casualmente me doy cuenta que los tengo en esos momentos).
Es una terapia, te carga de energías positivas al 100% en tan sólo segundos. No hace falta que estalles en una carcajada. Sólo con llevar una sonrisa tatuada en tu cara.
En serio, proba un día de estar siempre sonriendo. No importa que los demás estén con cara de malos amigos, vos pone una sonrisa a todo y el mundo cambia.
Bueno, no todo cambia. El sufrimiento no cesa. Para donde mires hay o hubo sufrimiento de un ser que siente. Me duele mucho este mundo, pero mucho. Y me siento culpable de sonreír. Si, lo confieso.
Quiero ir alegre por el camino pero me siento culpable de hacerlo.
Fuente: Google |
¿Cómo se hace para estar bien dentro de un infierno?
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