Dejar de esperar…

Decepción y traición. Dos actitudes, dos sentimientos que los conozco (o he sentido), por desgracia, bastante bien.  Según Wikipedia: “la traición consiste en defraudar a familia, amigos, grupo étnico, religión, u otro grupo al cual pueda pertenecerse, haciendo lo contrario a lo que los otros esperan.” “La decepción es un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se […]
Escrita el 17 de mayo de 2015
Inicio 9 Sin categoría 9 Dejar de esperar…


Decepción y traición. 

Dos actitudes, dos sentimientos que los conozco (o he sentido), por desgracia, bastante bien. 



Según Wikipedia: 

“la traición consiste en defraudar a familia, amigos, grupo étnico, religión, u otro grupo al cual pueda pertenecerse, haciendo lo contrario a lo que los otros esperan.” 

“La decepción es un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las expectativas sobre un deseo o una persona. Se forma en unir dos emociones primarias, la sorpresa y la pena.” 

———-<->———-


¿Qué pasaría si dejáramos de esperar “algo” del otro? 

¿Qué pasaría si nos dejáramos ser y aceptemos al otro con sus actitudes sin juzgarlas en “buenas” o “malas” (no me refiero a los crímenes)? 

¿Qué pasaría si dejáramos de pensar en el otro? 

¿Por qué hizo esto? 

¿Cómo se va a tomar aquello cuando le cuente? 

¿Por qué nos creamos expectativas sobre el otro? 

¿Por qué queremos controlar absolutamente todo, inclusive al otro? 

¿Se puede vivir sin pre juzgar? ¿Y sin juzgar? 

¿Se puede aprender a aceptar todas las actitudes del otro sin que le pongamos un juicio de valor? 

¿Se puede aprender a entender todas las actitudes del otro sin que le pongamos un juicio de valor? 

¿Qué es lo que hace que sintamos “decepción” o “traición” cuando el otro no hace lo que esperamos? 

¿Lo podemos sentir de todos o solo de los cercanos a uno? 

¿Se puede volver de esos sentimientos? 

 ¿Se puede volver de esos sentimientos sin que el otro me demuestre “algo”? 

¿Por qué esperamos “algo” del otro todo el tiempo? 

¿Por qué esperan “algo” de mi todo el tiempo? 

¿Por qué no conozco bien que es lo que esperan de mí? 

¿Por qué aún sabiendo lo que esperan de mí, hago lo contrario? 

¿Me gusta decepcionar? ¿Me gusta traicionar? 

¿Me gusta que me decepcionen? ¿Me gusta que me traicionen? 


Me doy cuenta que estoy atravesada por sentimientos y actitudes que no quiero sentir ni vivir. Pero tampoco logro despegarme. 

¿Están tan arraigados a mi ser o es que me es más fácil soportar lo conocido? 

¿Me da miedo a lo desconocido? ¿A sentimientos y actitudes diferentes?

Quiero aprender a que el otro no me modifique. Lo que haga el otro no me modifique, lo que no haga el otro no me modifique, lo que diga o no diga, que no me modifique. 

Que no me afecte. 

Que no haga ponerme en un papel de juez. 

Que no me lastime. 

Que no rompa con mi intento de equilibrio. 

Que no me deprima. 

Que no me frene. 

Que no me haga tener miedo. 

Que no me haga sentirme sola (o en soledad). 

Que no me enseñe a hacer lo mismo, a decepcionar y traicionar.

Que me deje vivir en paz.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Otros textos que escribí y te pueden interesar…

Semillas

Desde que llevo una dieta vegetariana estricta (no carnes, ni grasas animales, ni lácteos, ni...

leer más