El mito de la mariposa

¿Sabés cuántos mitos existen? ¿Sabés cuántos de esos mitos que nos condenan? ¿Sabés cuántos mitos se convierten en excusas y se entrelazan los dedos con el miedo para así no actuar? La mariposa no vive tan solo 24 horas. Eso lo debe haber dicho una de esas personas que dicen “amarlas” tanto como para quitarles la […]
Escrita el 11 de mayo de 2015
Inicio 9 Sin categoría 9 El mito de la mariposa


¿Sabés cuántos mitos existen? ¿Sabés cuántos de esos mitos que nos condenan? ¿Sabés cuántos mitos se convierten en excusas y se entrelazan los dedos con el miedo para así no actuar? 

La mariposa no vive tan solo 24 horas. Eso lo debe haber dicho una de esas personas que dicen “amarlas” tanto como para quitarles la vida. Acto egoísta el de robar lo más preciado de un individuo y el de ser el único que pueda disfrutar de su belleza. 

Fuente: Google



¡Vamos! Acá estamos para derribar mitos, romper excusas y gritarle al miedo en la cara que ya no es rey en este reino, que se pueden ir retirando junto a su esposa, la depresión.  

Me dijeron tantos “no podes”, que solo cree la falsa idea de que los vencedores son tocados por una varita mágica. 

Me fui creyendo cada una de esas frases desalentadoras y terminé creando un ser al que hoy no reconozco, y rechazo. 

Sí, me rechazo a mí misma. Pero no a mí, si no a lo que aprendí ser gracias a lo que otros quisieron que sea. 

Por eso no quiero más envidia ni resentimiento en mi vida. No tengo que mirar a otro y desear que me suceda lo mismo. 

Tengo que actuar y lo primero es dejar de pintar de negro todo lo que se me cruza. ¡Empezá a ponerle colores a tu vida y no solo a tu ropa! 

Reconozco que el gran cambio se dio con la vestimenta. De colores neutros y oscuros a que me importe poco si combina el rojo con el violeta. 

———- <> ———-


Duele. Duele ver tanto olvido, tanto maltrato. Duelen las preguntas sin respuestas. Duele el que ya no estés para seguir interrogándote y tratando de entender el para qué de todo esto. 

¿Te fuiste por qué sabías que se venían una ola de cuestionamientos y que no ibas a tener escapatoria? 

No me dejaste un trabajo fácil. Pero creo escucharte que así lo hiciste porque confías en mí. Confías en que salga para adelante. Yo también. 

Un día me dijeron que no tenía talento para ser locutora. Ese talento era la voz. La mía es aguda y chillona. Parece que sin solución. Ese día lloré mucho. 

Al poco tiempo abrí este blog. Mi espacio virtual, mi diario –no- intimo. Acá no había nadie que me diga que mi voz no se podía trabajar y educar. Acá nadie me escucha, se escuchan. 

¿Por qué desde chica tuve esa necesidad de exteriorizar todo lo que me pasaba y de compartirlo con más personas? 

La mayoría que escribe en un diario, lo guarda bajo siete llaves. Yo lo abro al mundo. ¿Qué busco? ¿Qué quiero? ¿Qué espero? 

El primer mito que derribo hoy, es el que dice “no se puede vivir de escribir” o “te vas a morir de hambre si te dedicas a escribir”

Borro esas frases, y tantas otras relacionadas, de mi mente. Ya no creo en eso. No importa quién me las dijo y si esa persona tenía autoridad para decírmela (¿autoridad? ¿te estás escuchando mientras escribís?). 

Es lo que quiero, es lo que me gusta, es lo que me hace bien. Escribir me hace bien. 

Fuente: Google



¿Qué otro mito querés borrar de tu vida? 

Esperá. Vamos por parte. 
A veces hurgamos tanto profundo que es necesario darle tiempo para que cicatrice bien.


0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Otros textos que escribí y te pueden interesar…

Semillas

Desde que llevo una dieta vegetariana estricta (no carnes, ni grasas animales, ni lácteos, ni...

leer más