L de Love

Love = Amor ¿Es más difícil sentirlo o demostrarlo? ¿Es más fácil encontrarlo o perderlo? ¿A dónde se va el amor cuando “el amor se fue”? ¿A dónde está  el amor cuando “hay amor”? El amor… ¿Qué es el amor? ¿Un sentimiento o una emoción? Es una emoción y es un sentimiento. El amor es […]
Escrita el 14 de febrero de 2014


Love = Amor
¿Es más difícil sentirlo o demostrarlo? ¿Es más fácil encontrarlo o perderlo?
¿A dónde se va el amor cuando “el amor se fue”? ¿A dónde está  el amor cuando “hay amor”?
El amor… ¿Qué es el amor?
¿Un sentimiento o una emoción?
Es una emoción y es un sentimiento.
El amor es amor.
¿Cómo una palabra tan corta puede ser tan grande?
El amor no se puede ir a ninguna parte, una vez que nace no muere. Cambia, pero no muere.
Es como la energía, no se pierde, se transforma.
¿El amor se puede convertir en odio? Sí, pero te recomiendo no hacerlo. Sólo sufre el que lo siente.
Yo muchas veces, al referirme a mi pareja, he dicho que el amor es el día a día elegir querer estar con esa persona. Es destacar las cosas buenas por las malas. No significa aguantarse lo malo. Todo se habla. Elegir a una persona no es querer cambiarla, pero cuando amas y hay alguna forma de decir o hacer las cosas que a la otra persona le provoca emociones negativas, intentas por todos los medios evitar hacerlo.
¿Por qué? Porque la amas. Y si lo haces, y viste que te la mandaste, nada como un abrazo o un beso para curar el dolor. No importa lo fuerte que sean algunas personas, todos en algún momento necesitamos de un abrazo fuerte que nos haga sentir que todo va a estar bien.
Una pareja son dos personas. Personas con mochilas que llevan o arrastran. Cada una con su vida, con su memoria, con su carga.
Una pareja debe permitir cambios y crecimientos en las personas y en la forma de expresar su amor.
No nos pongamos mal por lo que ya no hay en la pareja. Somos personas, crecemos y cambiamos cuando algo no nos gusta.
Si te demostraba mi amor con una golosina a los 24 años, no creas que se fue el amor porque ahora con 29 no te regalo una golosina. Significa que crecí y que aprendí que puede demostrar mi amor con algo más que una golosina.
A menudo lee que cada vez se demuestra menos el amor. Y no estoy de acuerdo.
Las historias y cuentos que nos leyeron de niños nos hicieron creer que amor es subir la torre de un castillo previamente haber matado a un ser diabólico para darnos un beso y rescatarnos de vaya uno saber qué.
Y en la vida real no hace falta que sea así para demostrar amor.
Yo veo amor cuando me despierto antes que vos para hacerte el desayuno. Cuando hago de despertador. Cuando te digo “buen día”. Cuando te pregunto “¿cómo estás?”. Cuando te doy un beso después que me contaste un problema. Cuando te regalo una sonrisa. Cuando busco hacer morisquetas para hacerte reír. Cuando no sé de qué hablas y después me meto en internet a buscar de qué trata. Cuando te duele algo y pido que me duela a mí y no a vos.  Cuando te mando un mensaje o te llamo preguntándote por dónde andas así te preparo una sorpresita.  Y tantas otras acciones simples que hacen a lo cotidiano y que, a veces, ni reparamos en que eso es amor.
Los problemas y conflictos son parte de la vida. Pero el amor no es ni un problema ni un conflicto. El amor no se mancha (parafraseando a Maradona).
No soy amante de los días comerciales. Pero festejo que haya un día en dónde muchos puedan parar un ratito más para demostrarle amor a la persona que aman. O para demostrarse amor a sí mismos.
Para mí el 14 de febrero no es día de los enamorados. Es el día en que alguien creyó en mí como la persona para compartir su vida día a día, peleándonos y reconciliándonos, con defectos y virtudes, ante todo eligiéndonos.
Siento amor por vos. Con todo lo que eso significa.
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