Uno siempre anda deseando la paz mundial,
Y nos olvidamos de la paz individual.
Si vos tenes paz, el de al lado también la tendrá,
Es como un virus, pero de los buenos.
¿Qué es la paz entonces?
No sé.
Capaz no hay definición para la paz,
Porque la paz no se entiende, se siente.
¿Cuándo se siente la paz?
¿Cuándo la siento yo?
 |
| Parque Nacional Los Alerces, admirando el lago Futalaufquen |
Cuando Pumba mueve la cola a velocidad mil al verme.
Cuando Pioja me da un beso en la mano cada vez que le pongo comida en su plato
Cuando apoyo la cabeza sobre el pecho de Ale y escucho el ritmo de su corazón
Cuando mi mamá me abraza y me acerca su corazón al mío. Como antes.
Cuando mi hermana me dice que me perdona.
Cuando mi hermano me demuestra que se preocupa y piensa en mí.
Cuando recibo un mensaje de aliento de alguien que quiero.
Cuando recibo un mensaje de aliento de alguien que no conozco.
Cuando conozco un nuevo amigo.
Cuando hablo horas y horas de nada pero me quedo con el alma llena.
Cuando me conecto conmigo y salen estas palabras.
Cuando lloro tanto que los ojos se me hinchan y al final no recuerdo porque empecé a llorar.
Cuando me caigo, me tropiezo, me golpeo y me rio de mi.
Cuando la veo a Pioja correr contenta. Cuando la veo a Pumba correr contenta al lado de Pioja.
Cuando me conecto conmigo.
Cuando cocino. Cuando escribo, cómo ahora.
Cuando escucho música. Cuando me conecto con la música y vibro.
Cuando canto. Cuando bailo.
Cuando camino descalza sobre el pasto. Cuando mojo mis pies en el agua.
Cuando nado. Cuando camino y el sol me quema la cara.
Cuando sonrío. Cuando me rio. Cuando exploto en una carcajada y no puedo parar.
Cuando me dicen que tengo una risa contagiosa.
Cuando juego a ser cantante en la ducha. Cuando juego a ser modelo frente al espejo.
Cuando imagino todos los tatuajes con los que quiero marcar mi piel.
Cuando me doy cuenta que estoy creciendo porque se suman cada vez más canas a mi pelo.
Cuando uso el color rosa y entiendo que el problema no era el color, sino yo.
Cuando miro a la nada. Cuando no pienso en nada y en todo.
Cuando miro a los ojos a un nene y me devuelve una mueca.
Cuando cierro los ojos y automáticamente me duermo.
Cuando programo a mi cuerpo despertarse a una hora y así lo hace.
Cuando creo de creer y cuando creo de crear.
Cuando digo gracias, cuando digo de nada. Cuando digo por favor.
Cuando veo a una araña, cucaracha, rana, polilla, etc. y respeto su vida, sus intereses más allá de mis miedos.
Cuando acaricio a una persona. Cuando acaricio a un animal.
Cuando me sale rica una comida.
Cuando estoy tirada en el pasto viendo el cielo y jugando a encontrar formas en las nubes.
Cuando me supero. Cuando aprendo algo que creí que no iba a poder.
Cuando ato nudos y los transformo en flores, mariposas, atrapa sueños.
Cuando hago una buena acción. Cuando reflexiono sobre lo que no me gusta que hice.
Cuando logro no repetir patrones. Cuando me respeto a mí misma.
Cuando digo “NO”. Cuando digo “SI”.
Cuando me animo. Cuando me libero.
Cuando controlo la respiración y me siento ahora, acá, en este momento.
Cuando tomo conciencia de que estoy viviendo y que es una gran oportunidad de aprender y crecer.
Y si relaciono todo esto con paz… ¿por qué sigo deseando tenerla algún día? ¿No me conformo con lo que tengo o no me doy cuenta que la siento en esos momentos?
Y si es porque no me doy cuenta hasta que añoro esos momentos, ¿por qué no disfruto de cada instante?
Sigamos caminando que falta por recorrer…
0 comentarios