E de Elegir

Ya lo he contado varias veces, de chica me encantaba leer. En primer y segundo grado recuerdo que teníamos un libro con una historia de un pueblo con una laguna. ¡No recuerdo el nombre! Pero hacía trampa porque la maestra nos pedía que leyéramos un capitulo y yo no me aguantaba y leía más. Si, […]
Escrita el 6 de noviembre de 2013
Inicio 9 Días de abecedario 9 E de Elegir

Ya lo he contado varias veces, de chica me encantaba leer. En primer y segundo grado recuerdo que teníamos un libro con una historia de un pueblo con una laguna. ¡No recuerdo el nombre! Pero hacía trampa porque la maestra nos pedía que leyéramos un capitulo y yo no me aguantaba y leía más. Si, yo soy de esas que pasó de grado sabiendo escribir y leer de corrido.

Leer sigue siendo uno de mis pasatiempos preferidos. Lo hago todo el tiempo. Sin ir mas lejos hoy, mientras esperaba a que me atendieran en la empresa de celular, me lei todo los folletos y volantes que había sobre la mesa. Si, si me aburro nada más placentero que leer (en verdad hay otras cosas que me dan más placer cuando estoy aburrida pero no se pueden hacer en la sala de espera).

No recuerdo la fecha exacta, pero si tengo en mi mente el momento en que estaba en la biblioteca de la escuela y me encontraba con este libro:

Si, lo confieso. También hacía trampa, cuando llegue a un final donde el protagonista se moría, volvía a la página donde tomé la decisión y cambiaba la elección. Así hice con todos los libros que pude leer de este tipo de novelas.

Mi colección contaba con 8 libros. El resto los leía gracias a las bibliotecas o a algún compañero que comparta este vicio infantil. De grande, creo que tenía uno 25 años, encontré los libros en una caja. Ni sabía que los tenía. ¡Con tantas mudanzas! Entonces averigüe donde había una biblioteca pública y los doné para que otros niños los puedan disfrutar. ¡Ningún libro se merece estar en el fondo de una caja olvidada!

Hago un gran paréntesis pero lo que voy a contar ahora hace poco lo pude relacionar
y todavía se me eriza la piel.

Cuando hacía 3 años y medio que estaba en mi empleo bien rutinario y sin motivación, quise cambiar de un sector administrativo en casa central a la atención a clientes en una sucursal. Muchos me decían que no, que la iba a pasar mal, que la gente es mal educada, que hay mucha presión, todos tienen razón pero donde estaba no me gustaba y quería probar algo nuevo.

Hubo una sola persona que si me alentó a hacer el cambio. Me acuerdo que me senté en su escritorio y me mostró un video “lavador de cerebro” institucional donde el eslogan era “Se el protagonista de tu vida” o algo así pero la idea era esa, que en sucursal vos tenías posibilidad de hacer mas carrera profesional que en casa central y te mostraba como eligiendo determinados puestos, avanzabas a otros. El final no es muy feliz, me pase a sucursal, confirmé que todo lo que me decían del laburo es 100 veces peor, la pasé mal y al año sufrí un ataque de pánico (un poco de acá y otro de allá).

Valoro mucho mi experiencia en ese empleo, porque el constante sentimiento negativo de que mi vida no iba a ningún lado me hizo tomar una decisión: como creí que iba a ser mi vida no funcionó entonces tuve que elegir si seguir así o cambiar. Pero cambiar… ¿a qué? Y ahí se cruzó un mapa de Ale donde tiene dibujado Sudamérica con un recorrido. Siempre me habló de irnos a viajar por América.

Hoy veo todos esos momentos desde lejos y me siento un protagonista de mis libros favoritos que tenía que elegir entre dos o más opciones. Apenas salimos de viaje le comenté a Ale que estábamos viviendo al estilo de ese libro porque ya no era que todos los días me tomaba el mismo colectivo, mas o menos a la misma hora, y llegaba al mismo lugar de trabajo, con los mismos compañeros, bueno ya saben lo que quiero decir. Todos nuestros días pasaron a ser completamente distintos, todos los días llegábamos al final de una página y teníamos que decidir por dos o más opciones completamente diferentes que nos llevarían a situaciones totalmente distintas.

– ¡Voy a escribir nuestro libro de viaje como si fuera uno de los libros de “elige tu propia aventura”!

Después analice mejor, para hacer tengo que ver si no violo alguna licencia o copyright. Aunque yo no copiaria ninguna historia, sino que copiaria un estilo de contarla.

Y viviendo de esa forma tomé conciencia de que estaba viviendo eligiendo mi propia aventura, siendo realmente la protagonista de mi vida. Bien, así me gusta vivir y quiero transmitirlo para que más se animen a hacerlo.

¿Cómo? ¿Dónde? ¿A quién? ¿Qué hago si…? Y así cientos de preguntas esperando una respuesta positiva.

Hablamos con varias personas, que tengan algun proyecto con niños, que trabajen con niños en establecimientos educativos. Fuimos contando lo que queremos hacer y nuestros miedos. Preguntando que tenemos qué hacer, y cientos de preguntas más.

¿Leyeron “Cometas en el cielo de Khaled Hosseini?
Se los recomiendo. Yo lo tengo para leer de las 2 formas.

Y así en una noche de charlas pasó por delante de mi mente una idea, una excelente idea. Le agarré la cola a ese barrilete y lo traje. Después de un rato se le conté a Ale y le gustó. Me dormí soñando despierta.

Cuando abrí los ojos seguía soñando. Desayuné idea con inspiración y motivación. Me bañé cantando. Me senté y empecé a escribir, como para ordenar todo.

Ya tenía todo bastante acomodado. Faltaba un nombre pero de eso quise que se encargue Ale.

“Imagina el Destino de tu Ruta”.

Un cuento que escribiré y leeré a niños quienes decidirán, imaginarán, crearán el final. Asi ganaremos cientos de finales de nuestra historia, al estilo de “elegi tu propia aventura”. Y el mensaje que queremos dejar es que, así como nosotros somos los protagonista de nuestro cuento, ellos tienen que ser protagonistas de su cuento, de su vida. Ellos tienen que imaginar el destino de su ruta y perseguirlo.

Ruta de ripio en Tierra del Fuego Chilena

Hay días que me imagino frente a un grupo de niños diciéndoles, después de hacer lo referente al proyecto, que escriban su cuento con su historia con varios finales que les gustaría que tenga y que ese cuento lo guarden muy bien, con doble folio, caja y candado. Cuando sean grandes y no sepan qué hacer o no se sientan bien, vayan a buscar ese cuento y ahí encontrarán la respuesta.

Yo elijo, vos o tu eliges, el elige, nosotros elegimos, ustedes eligen, vosotros elegís, ellos y ellas eligen.
¡TODOS PODEMOS Y DEBEMOS ELEGIR!

2 Comentarios
  1. Vir

    Gracias Lara! Escribo como me sale, y los que me conocen dicen que escribo como hablo tambien jajaa. Te espero por aquí!! Abrazo 🙂

    Responder
  2. Lara

    Que lindo! Me encantó el proyecto del cuento con varios finales! Me gusta mucho como escribís, voy a leer tus historias mas seguido 🙂
    Un abrazo grande!

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Otros textos que escribí y te pueden interesar…

Semillas

Desde que llevo una dieta vegetariana estricta (no carnes, ni grasas animales, ni lácteos, ni...

leer más