Envidia no se. Resentimiento si. No quiero a ninguno de los dos en mi vida.

Envidia, resentimiento… ¡Fuera de mí! La última vez que escribí, descubrí, o eso es lo que creo y al mismo tiempo lo que no quiero, que tengo pensamientos y/o sentimientos (todavía no sé muy bien cómo distinguirlos) de envidia y/o resentimiento. Fue un golpe muy duro. Tanto que ayer y antes de ayer no escribí. […]
Escrita el 30 de marzo de 2015
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Envidia, resentimiento… ¡Fuera de mí!



La última vez que escribí, descubrí, o eso es lo que creo y al mismo tiempo lo que no quiero, que tengo pensamientos y/o sentimientos (todavía no sé muy bien cómo distinguirlos) de envidia y/o resentimiento.

Fue un golpe muy duro. Tanto que ayer y antes de ayer no escribí. Tuvo mucho que ver que no haya tenido el espacio y el tiempo. Sé que si quería, lo tenía, pero también no sabía bien si quería tenerlo. De verdad que me golpeó mucho lo del otro día.

Fuente: Pinterest



[…]

Prendí un sahumerio. Me tomé un vaso de agua. Puse música “de relajación” en YouTube. Busqué en Google la palabra “envidia” y abrí el primer enlace, de Wikipedia. Comencé a leer y no me termino de hallar en esas descripciones. En algunas frases sí, pero en otras no. De verdad, por más que me duela, no me reconozco.

Y si algo tengo en claro es que no voy a ocultar algo porque crea que el que me está leyendo del otro lado me pueda juzgar. No, perdonen, pero el fin de publicar lo qué me pasa no es para que me señalen con el dedo y me digan qué está bien o qué está mal. Tampoco tengo muy en claro porque publico en este diario no íntimo hace más de 10 años, pero es otra cosa.

Retomo. Porque sí, me voy por las ramas.

No encontré que, lo que yo sienta, sea 100% envidia y tampoco conozco que exista como un porcentaje de ser envidioso en una persona. Pero voy a escribir lo que pienso de cada párrafo para ayudarme a entender(me).
Primera definición que leí:

La envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas.1 La RAE la ha definido como tristeza o pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee.2

Para empezar. A ver si me puedo entender.

No estoy pendiente de ver cómo viven los demás. Pero por ejemplo, si estoy en la casa de una familia que recién conozco y el chico nos cuenta que su infancia fue feliz, que sus padres siempre lo apoyaron en todo, que ama a su familia y bla bla… yo ahí pienso: “¿Por qué yo no pude tener una infancia así?”

¿Eso es envidia? ¿O anhelo de algo que no tuve? ¿O las dos cosas? Porque, en mi caso, se que encima no lo puedo tener. ¿Por qué? No es de pesimista que lo planteo así, sino que mi infancia YA PASÓ. Tengo 30 años.



Y si, de todas formas, hubiera una ley que diga que ahora la infancia dura hasta los 35 años, lo que me daría 5 años más de infancia para poder revertir lo que pasó, yo –al día de hoyseguiría triste por lo vivido en los otros años.

Más que nada, me sucede cuando se habla de la infancia y la adolescencia. También suelo pensarlo cuando una mujer me dice “como y como y no engordo”. Lo re contra re admito, mi pensamiento es “Hija de puta… ¿Por qué no puedo ser como ella?” Eso es envidia. Ok.

Sigo leyendo Wikipedia. 

Me salto la parte del significado “envidia” para el Cristianismo.

La envidia en el psicoanálisis dice:

“En el ámbito del psicoanálisis la envidia es definida como un sentimiento experimentado por aquel que desea intensamente algo poseído por otro. La envidia daña la capacidad de gozar. Es el factor más importante del socavamiento de los sentimientos de amor, ternura o gratitud. La envidia es un sentimiento enojoso contra otra persona que posee o goza de algo deseado por el individuo envidioso, quien tiene el impulso de quitárselo o dañarlo. A diferencia de los celos, que se basan en el amor y comprenden un vínculo de por lo menos tres personas, la envidia se da de a dos y no tiene ninguna relación con el amor. La persona envidiosa es insaciable porque su envidia proviene de su interior y por eso nunca puede quedar satisfecha, ya que siempre encontrará otro en quien centrarse.3

Primero que no le puedo quitar a nadie la infancia y/o adolescencia “feliz” que tuvo. Tampoco está en mi mente, sacársela a alguien que la este teniendo ahora. Solo quiero que alguien se haga responsable de lo que viví y me conteste ¿POR QUÉ CARAJO TUVE QUE SER ABUSADA, MALTRATADA Y GOLPEADA EN MI INFANCIA Y ADOLESCENCIA?

Pero lo más “¿gracioso?” es que yo ya sé que no hay respuesta que me conforme porque no hay justificación válida para abusar, maltratar y golpear a una persona. No la hay. No. Punto final.

Sé que durante un tiempo entendí que tenía que enfocarme más en el “para qué” que en el “por qué”. Pero a veces se hace muy difícil. Así como surgen los recuerdos que duelen, también la actitud de esperar un motivo a una pregunta que no tiene respuesta.

Seguimos con la “envidia” en Psicología.

“En términos médicos la envidia ha sido definida por diversos términos según los diagnósticos psiquiátricos. El que más ha marcado redundancia en los últimos tiempos, es la frase citada por el Dr. Saúl F. Salischiker:

«Cuando una persona se obsesiona y deja de vivir por estar pendiente de tu vida o en este caso en la vida de su adversario, de su entorno, y entre otras cosas siente agobio por cada uno de sus triunfos… Aparte de mostrar signos graves de inferioridad, te muestra que estas tratando con una persona psiquiátricamente enferma.»



Acá yo ya dejo de sentirme identificada. Pero ni siquiera por las comas, puntos o mayúsculas. Nada. Yo no me obsesiono con la vida de nadie y no dejo de vivir. Al contrario, quiero vivir. Quiero vivir loco, quiero vivir sin tener en mis espaldas un pasado que me hace muy mal de recordar. Un montón de preguntas sin responder, un montón de dudas, una falta enorme de amor, de compasión y no se tantas otras cosas más que claramente no conozco o no me sale ni siquiera desearlas porque no las tuve.

Tengo signos de inferioridad, tengo la autoestima súper baja, me la vivo pisando y pisoteando. Porque hay una voz dentro mío que me castiga igual o peor que cuando me lo hacían de niña.

Yo no me siento agobiada por el triunfo de nadie. Algunas veces me pregunto si eso mismo podría vivirlo yo, si eso mismo podría pasarme a mí y ser feliz de la misma manera que el otro lo está siendo. Pero no por eso le deseo que no sea feliz.
Seguimos con Wikipedia.

“Primera definición.- Tristeza o pesar del bien ajeno.
De acuerdo a la primera definición, la envidia es sentir tristeza o pesar por el bien ajeno. De acuerdo a esta definición lo que no le agrada al envidioso no es tanto algún objeto en particular que un tercero pueda tener sino la felicidad en ese otro. Entendida de esta manera, es posible concluir que la envidia es la madre del resentimiento, un sentimiento que no busca que a uno le vaya mejor sino que al otro le vaya peor.”
Bien, y acá me largué a llorar porque el otro día no solo sentí que estaba observando como una persona envidiosa si no también resentida. Y esto es como que me lo confirma. 
Y no, no quiero ser una persona ni envidiosa ni resentida. Me duelen los ojos de tanto llorar estos últimos días.

Pero insisto, no es que quiero que al otro le vaya peor. No es que si viene alguien a contarme algo bueno yo por adentro quiera que le vaya mal. No, al contrario, me pongo contenta por la otra persona y lo que pasa por mis adentros es el anhelo de que yo algún día también pueda ser así de feliz. 

Que mi pasado no sean los pasos de mi presente ni la huella de mi futuro. Que la racha cambie, o como quieras llamarlo, que cambie. Por favor. Lo necesito. Necesito sacarme tanto dolor y peso de encima. Mi alma (si es que existe) necesita descansar, sacarse la mochila pero para siempre.

Vendría a ser como que lo que quiero es justicia.

A ver si logro explicarme porque estoy recién apareció en mi mente.

En algún punto no entiendo la injusticia o la falta de justicia o lo que yo considero justo. 

¿Por qué unos tienen una infancia y adolescencia feliz y yo tengo la mía con el recuerdo de mi padre pegándome con un bate de beisbol en la espalda? ¿Por qué esa diferencia?

Y es obvio, pero lo escribo por las dudas, que lo que yo me planteo es porque no todos podemos tener una vida feliz. No le deseo a nadie tener la vida que tuve, así que no desearía nunca que todos vivan lo que soporté.

Está bien, entiendo la parte en que me quieren explicar “el equilibrio” del universo. Si esa es la respuesta al por qué… ¡Me cago en el equilibrio y en el universo, todos juntos!

No puede ser esa la respuesta o el motivo. No puede ser. Tiene que haber otra cosa. Y la tristeza viene de ese lado, de la incertidumbre de saber de que haya esa “respuesta” y si cuando la alcance me va a satisfacer o va a traer calma a mi vida.

Yo no quiero que al otro le vaya peor. Yo solo me pregunto por qué a mí y por qué esa diferencia, esa injusticia, ese desequilibrio.

Más de Wikipedia.

Segunda definición.- Emulación, deseo de algo que no se posee.
De acuerdo a la segunda de las acepciones, la envidia se puede encuadrar dentro de la emulación o deseo de poseer algo que otro posee. Siendo en este caso que lo envidiado no es un sujeto sino un objeto material o intelectual. Por lo tanto en esta segunda acepción la base de la envidia sería el sentimiento de desagrado por no tener algo y además de eso el afán de poseer ese algo. Esto puede llegar a implicar el deseo de privar de ese algo al otro en el caso de que el objeto en disputa sea el único disponible.
  • Una tercera posibilidad para comprender lo que la envidia implica sería la combinación de las dos acepciones mencionadas anteriormente. Cualquiera sea el caso, la envidia es un sentimiento que nunca produce nada positivo en el que lo padece sino una insalvable amargura.
  • Otra definición de envidia, es que el envidioso cuenta mentiras sobre la persona a la que envidia o las cosas que tiene, para poder tenerlas, en ocasiones la envidia puede hacer que el envidiado muera a manos del envidioso.”
Por eso digo que en parte me siento identificada y por otra parte no. Yo deseo poder algún día ser feliz o sentirme bien frente a un suceso determinado de la vida del otro, pero no quiero que el otro no lo tenga. Quiero que lo tengamos los dos en tal caso. ¿Por qué no? ¿Por qué a mí no?

Pero bajo ninguna circunstancia se me pasa por la cabeza privar al otro de su felicidad. Al contrario, a veces quiero estar cerca para poder disfrutar un poco yo también

Coincido 100% con que la envidia es un sentimiento que no produce nada positivo. Y si lo que yo siento es una especie de envidia, ahora entiendo la tristeza al mirar para atrás y no querer levantar la vista hacia adelante por miedo a encontrarme con el mismo panorama.

Tengo miedo de buscar la palabra resentimiento. Pero tengo que ser fuerte y realmente ponerme en esta situación para examinarme, entenderme y, en caso de encontrar algo que no me gusta, poder perdonarme, sanarme y seguir adelante.
Fui a buscarme otro vaso de agua. Me dieron ganas de comerme la heladera entera. Y si, es que la angustia cava un pozo tan hondo dentro mío y yo siento la necesidad de taparlo con algo y por lo visto encontré en la comida ese “algo” que me creo que me causa placer pero lo único que genera es culpa, rechazo hacia mi cuerpo, bronca, ganas de mutilarme, de provocar un vómito para no engordar y seguir castigándome por no tener el cuerpo que me gustaría tener y sentirme linda para sentirme bien conmigo misma, como si el espejo fuese el que decida cómo va a ser mi vida de acuerdo a la imagen que devuelva pero al mismo tiempo se que esos parámetros no los pone el espejo, los traigo desde la maldita infancia y la re puta madre que los re mil pario a todos los que no hicieron nada para ayudarme. A los que pudieron seguir con sus vidas como si nada sabiendo que había una nena, una nena chiquita que estaba pasando por situaciones muy dolorosas.
Hice “fondo blanco” del vaso de agua a temperatura ambiente. Es una forma de poder volver a respirar “normal”. Cuando lloro, la respiración se me entre corta, se me dificulta poder tomar aire y siento que me ahogo. Por eso tomo agua y dejo el vaso apoyado en mis labios y agua en mi boca mientras respiro por la nariz. Es como que me obligo a no hacerlo bruscamente y desesperada.

Estoy ahí, con el agua en mi boca. Si inhalo o exhalo por ahí, me ahogo. Entonces respiro por la nariz, mantengo mientras tomo agua y así hasta terminar el vaso. Una técnica que no sé quien me la enseñó o donde la descubrí o cuándo pero que me sirve. Vendría a ser como la bolsa de madera que veo que usan en los dibujos animados o películas.
Voy a leer lo que significa la palabra “Resentimiento” según Wikipedia.

“El resentimiento o rencor es una desazón, desabrimiento o queja que queda de un dicho o acción ofensiva que puede perdurar largo tiempo y reaparecer cuando se recuerda dicha ofensa. El tipo de sensación que causa puede ir de una ligera molestia temporal a un profundo malestar que puede dificultar o imposibilitar las relaciones con el ofensor. Es un linaje de venganza atenuada, que si quiere herir, no es precisamente para mortificar o perjudicar, antes para con la herida lograr el gusto de la satisfacción, desagravio o quizá despertar pruebas de mayor afecto: si quisiera fijarse al resentimiento su lugar en la categoría de las pasiones, se diría que participa tanto de las irascibles, cuanto de las concupiscibles; no es tanto enojo como tristeza y aun amor disimulado.
El resentimiento enquistado y agravado acaba produciendo rencor.”
No me quedó muy claro. ¿Solo siento resentimiento o rencor (apareció una palabra nueva y la puta madre) hacia las personas que me hicieron mal y hacia las personas que no hicieron nada para frenar a los que protagonistas? ¿Entonces no existe esa cosa de “ser resentido de la vida”?

No me quedo conforme. Voy a buscar más.

WordReference.com dice:
resentimiento
  1. m. Enojo o enfado por algo:
    el resentimiento le empuja a ser desagradable con los responsables de su desgracia.”
Bueno, esto no es nuevo. De hecho, es así y eso también me hace muy mal hoy por hoy porque yo no quiero ser “mala” con nadie. Pero sinceramente, no me nace tener relación con las personas que por acción u omisión fueron participes de que hoy llore todos los malditos días por el inicio de vida que tuve y que eso lo que me marcó para ser lo que soy ahora y lo que vivo y lo que siento hoy.

Seguí buscando y encontré un artículo en Discovery que me llamó la atención.


Habla de un caso en particular, el protagonista terminó escribiendo un libro e hicieron una película que ganó el Oscar. ¡Qué lindo! Sí, pero… ¿Cómo eso borra los sentimientos negativos que no quiero sentir ni experimentar?

“El resentimiento es un sentimiento de hostilidad o aversión hacia la persona que ha causado un daño. Es algo que vive dentro del resentido y lo empuja a ser desagradable con los responsables de su desgracia. Es sentir una y otra vez -resentir- el enojo vivido en el pasado y que fue provocado por una persona o situación.”

Ese párrafo no dice nada nuevo. Siguiente.

«Es enfermizo. El resentimiento inmoviliza y no permite crecer ni avanzar. Como dice la Dra. Lourdes Morales-Gudmundsson, autora del libro Te perdono pero…: “Negarse a perdonar y albergar resentimientos es como tomarse un veneno y esperar que muera la persona que nos ha ofendido”. Porque la otra cara de la moneda es cómo afecta al resentido. Cómo infecta su ser y todas sus relaciones.”



Se me caen las lágrimas. No solo que me hicieron sufrir mucho sino que encima provocaron un sentimiento negativo en mí como el resentimiento que no me permite vivir con la vida que sueño que es ni más ni menos que estar bien. 

Quiero estar bien. Quiero no llorar, no estar tan triste por algo que no puedo cambiar. Ahí están todos los golpes, todos los insultos, todas las veces que planee irme de este mundo porque no soportaba más, todo el tormento y el miedo, el pánico, el terror a vivir, el preguntar por qué, el regalar un poco de mí a quien me haga sentir querida, el nunca decir nada en contra del otro por las dudas que me deje de querer, el no poder decir no por el mismo motivo, el necesitar que me valoren todo el tiempo, que me digan que lo que hice lo hice bien, el hacer las cosas bien para que los otros puedan felicitarme y las ganas de dejar de hacerlo porque no quiero vivir solo para causar placer o bienestar en el otro, quiero causármelo a mí misma, y sentir placer de vivir, bienestar.

Quiero sacar la posible envidia y el resentimiento de mí. Porque la envidia no sé si la acepto 100% porque no me hallo en las definiciones. Pero el resentimiento sí. El resentimiento sí. Y no lo quiero. No quiero más ese veneno. No quiero más esa enfermedad. Quiero curarme para dejar de preguntar por qué el otro es feliz y yo no o para cuando yo voy a ser feliz como el otro para empezar a estar feliz yo y preguntar cómo hacer para que los demás también puedan ser felices como yo lo logré o lo intenté.


¿Tan difícil es? ¿Qué tengo que hacer? 

Otra vez me siento muy abrumada por todo lo que escribí. 

Pero dejo de tipear con un poco menos de peso.


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