Basta. Ahora sí, basta. Poné un freno. Así no podemos seguir. Vamos a terminar mal de nuevo. Y no queremos eso. Empezá a priorizarte. A ponerte en primer lugar. A vos y a quienes querés.
¿Cómo es eso de que el trabajo es más importante que todo eso que te gusta y te hace bien?
No. No puede ser. Sí, ya se que nos gusta de lo que trabajamos, pero también nos gustaría poner manos a la obra a otros proyectos propios que en un futuro serán rentables. ¿Entonces qué estás esperando? En serio lo pregunto.
Usemos esta crisis personal y mundial para ordenar las prioridades. Para ponerle el valor que le corresponde a cada cosa que hacemos. Y si no podemos porque nos sentimos sobre pasadas, empezar a soltar.
Sí, hablo en plural. Pero me hablo a mí misma. Cuando escribo me imagino frente a mí hablándome. Mismo cuando pienso. Es como que le hablo a mi mente. O a mi niña interior. No sé bien quién es. Pero hablo en plural. No es que escucho voces. Ya lo dije otras veces. Es solo eso, para sentirme acompañada, me imagino plural.
Se pasan los días y no estás contenta. Sentís que no diste todo lo que querías. Sentís que no pudiste con todo. Eso te frustra. Te angustia. Te ahoga. Bueno, basta. En serio. Basta.
A veces hablo en singular. Me hablo a mi misma. Como si fuera mi mente la que se apodera de los dedos y escribe ella hablando a mi. Sí, suena un poco… ¿raro? Pero es normal. Para mí es normal. Y me hace bien.
No nos vayamos por las ramas. Siempre lo hacemos. Aprovechemos que es principio de mes. Sí, es como el lunes de la dieta. Pero si sirve para marcar como el inicio de una nueva era, que así sea. Dale, la misma fuerza que le ponés al resto, ponela en vos y a quienes querés y en tus proyectos. Amén.
0 comentarios