El autoconocimiento tiene múltiples beneficios para nuestra vida y es un factor clave para nuestro desarrollo y crecimiento personal. Como lo expliqué en esta otra publicación, en la cual compartí qué es el autoconocimiento y por qué es importante, conocerse a una misma es el primer paso para lograr tener amor propio.
A partir del autoconocimiento, puedes desarrollarte con mayor seguridad, confianza y libertad porque te permite entender tus emociones, tus pensamientos, tus acciones, tus deseos y miedos. También nos brinda la posibilidad de enfocarnos en quién queremos ser y hacer realmente en nuestra vida.
¿Cuáles son los beneficios de conocerse a una misma?
Aclaración: El orden de los beneficios no tiene que ver con la importancia ni con cuál sentirás primero.
1 – Permite conocer tu voz interna
En mi experiencia, este beneficio fue clave. Porque en el proceso de autoconocimiento utilicé a la escritura como herramienta y escribí páginas matutinas como en mi diario personal. Y con ambas herramientas pude detectar cómo era mi voz interna, cómo era la forma en la que me hablaba a mí misma, qué me decía. Qué pensamientos o imágenes aparecían en mi mente.
Conocer mi voz interna, que es una parte importante de mí, me permitió entenderme a mí misma, por qué reaccioné como reaccioné, por qué había cosas que no me animaba a decir, por qué había días que no me quería levantar de la cama o directamente no tenía ganas de seguir. Y, además de entenderla y conocer cómo mi voz provocaba mi estado de ánimo y definía mis acciones, pude reeducarla. De a poco empezar a desaprender la forma en la que mi voz interna me trataba para enseñarle cómo quiero que me trate y me acompañe en mi día a día.
2 – Aprender a gestionar nuestras emociones
Y la elección de la palabra “gestionar” no es al azar. Porque algo importante que aprendí en el camino del autoconocimiento es que querer controlar las emociones es algo absolutamente en vano. Querer controlar las emociones es como golpearse la cabeza contra la pared. Las emociones son normales y necesarias. Todas las emociones. Sí, incluso las que generan malestar son normales y necesarias.
Las emociones son el medio de comunicación de cómo nos sentimos frente a determinadas situaciones. Por ejemplo, comparto una experiencia propia. Hace unos años empecé a sentir malestar emocional con respecto a mi vida profesional. Tenía episodios de ansiedad y angustia frente a determinadas situaciones. En ese entonces, creí que como tenía que trabajar sí o sí, lo más fácil era no prestar atención y reprimir mis emociones. Pero la pandemia del 2020 y la montaña rusa de emociones que sentía, hizo que fuera imposible controlar las emociones. Si bien ya estaba en un proceso de autoconocimiento, el 2020 se profundizó porque cuestioné todo en mi vida.
Dos aprendizajes de esta experiencia:
1 – En vez de reprimir la ansiedad y angustia, las hubiera usado como puente para conocerme a mí misma y entender por qué estaban manifestándose. La realidad de que tenía que trabajar no cambiaba. Si no tenía la opción o no podía cambiar de clientes, hubiera seguido trabajando pero paralelamente trabajando en el por qué de la ansiedad y angustia y así aprender sobre mí misma y sobre aquellas cosas que no me gustan.
2 – Las emociones que causan malestar como la angustia o la ansiedad no son malas. Es decir, no es malo ni es un error ni castigo sentirlas. Es algo completamente normal. Y cuando aparecen, es porque hay algo que no me gusta, algo a lo que debo prestarle atención. Por más que tenga o no las herramientas en el inmediato momento para cambiar la situación. Pero darme el momento de reflexión también ayudará a que busque y haga un plan de cambio (me estoy adelantando al otro beneficio).
3 – Descubrís qué es lo que querés hacer en tu vida
¿Alguna vez te preguntaste por qué o para qué viniste a este mundo? ¿Querés tener un propósito en tu vida? ¿Crees que es importante dejar una huella positiva y trascender luego de que ya no estés? Si respondiste que sí a alguna o a todas las preguntas, ¡bienvenida al club!
Y el primer paso para conectar con lo que se conoce como misión de vida es responder la siguiente pregunta:
¿A qué te dedicarías si tuvieras todas tus necesidades satisfechas y no dependieras de nada?
¿Querés conocer más sobre la misión de vida? En esta publicación compartí sobre cómo descubrir y conectar con tu misión de vida.
4 – Es una guía para planificar tus metas y alcanzar tus objetivos
¿Los días pasan y vos no sabés que estás haciendo con tu vida? ¿Querés encontrarle algún sentido a lo que hacés y conectar con tu misión de vida pero no sabés cómo llevar a cabo esas metas? La visión de vida es el siguiente paso luego de escribir tu misión de vida. Es el ejercicio que te permite pensar en qué futuro querés construir. Y para poder planificar tus metas de forma realista y compasiva, debes conocerte. Conocer cuáles son tus habilidades, tus fortalezas, tus miedos, aquello que provoca que procrastines o las actividades que te consumen muchas horas del día (como pasar mucho tiempo en las redes sociales).
A medida que te conocés y sabés qué es lo que querés para tu vida, es más sencillo encontrar el camino para alcanzar tus proyectos.
Ejercicios de escritura para conocerte a través de lo que escribís
Conociéndote
Un viaje hacia el autoconocimiento y crecimiento personal
Libro de ejercicios de escritura terapéutica
5 – Tomar decisiones acertadas
Cuando estás en el proceso de conocerte a vos misma comenzás a tomar decisiones más acertadas. Esto relacionado con uno de los beneficios anteriores y es aprender a gestionar tus emociones. Entonces, cuando tengas que tomar una decisión, encontrarás en tus momentos de reflexión la opción que consideres que es mejor para tu vida.
Y en este punto quiero destacar el uso de un diario personal y terapéutico. En mi caso, cuando empiezo a notar que hay patrones que se repiten, emociones que generan malestar y tengo que cambiar para sentir bienestar o si, por ejemplo, tengo que elegir entre varias opciones y, depende cual elija, será el rumbo de mis próximos meses o años, escribo en el diario personal y registro todas mis emociones y pensamientos en torno a cada una de las decisiones.
6 – Cambiar patrones de conducta
Si reconocés que hay conductas que no son saludables ni te generan bienestar, es normal que cuando las hagas conscientes quieras mejorarlas. En este punto quiero aclarar que existen algunos patrones de conducta que no son simples de modificar por sí sola y que es posible que necesités ayuda terapeútica. No estoy diciendo que no puedas hacerlo sola, sino que si observás que se te dificulta, no bajes los brazos y pide acompañamiento por parte de una persona profesional de la salud mental.
También te ayuda a entender por qué reaccionás frente a las determinadas situaciones de la vida y reflexionar si te gustaría reaccionar de forma diferente y cómo hacerlo.
7 – No solo conocemos nuestra mente sino también nuestro cuerpo
El autoconocimiento no solo te va a dar herramientas para conocerte interiormente a nivel mente, emociones y pensamientos sino que también te ayudará a reconocer lo que le pasa a tu cuerpo y lo que necesita para sentir bienestar.
8 – Reconocer si tenemos heridas de la niñez
Relacionado al punto 6, en psicología se conocen como heridas de la niñez y son heridas y cicatrices que fueron producidas en los primeros años de nuestra vida y que determinan la forma en la que sentís, pensás y actuás cuando sos adulta o adulto. Entonces, conocerte a vos misma y reconocer e identificar esas heridas de la niñez te ayudará a querer sanarlas para construir un futuro más acorde a tu verdadero yo.
Leé más sobre las heridas de la niñez que comenté en un episodio de mi podcast.
9 – Mejorás relaciones personales
Cuando te conocés a vos misma, desarrollás la tolerancia y empatía. Entendés y aceptás que todas las personas somos diferentes. Y de esa forma, podés elegir cómo relacionarte con las personas que tenés a tu alrededor y con quienes querés mantener una relación saludable. En este proceso quizás encontrarás que hay personas significativas que te generan malestar emocional por diferentes motivos. Esto es doloroso, lo sé. Pero el saber es poder. Y cuando detectás este tipo de relaciones, el autoconocimiento te da las herramientas para afrontar la situación.
10 – Fortalecés tu autoestima y amor propio
Y todo esto tiene un beneficio mayor que es el de fortalecer tu autoestima y practicar la compasión y el amor propio con vos misma. Entender que no todo lo que te pasa es porque existe algo o ser superior que está ensañado con hacerte daño. Poco a poco dejas de tomarte las cosas a personal y de sufrir por situaciones que se originaron en tu cabeza.
Cuando te conocés a vos misma, te mirás y tratás con compasión hacia vos misma. Te aceptás y aceptás tanto tus cualidades como debilidades. Y esto significa que también dejes de tratarte mal por aquellas actitudes que no te gustan de vos y las aceptes como parte de vos misma.
Por ejemplo, en mi proceso de autoconocimiento descubrí que yo me sentía muy mal creyendo que emociones como la envidia y el resentimiento eran algo normal de mi personalidad. Pero a medida que fui conociéndome y entendiendo por qué, por ejemplo, cuando conozco a una persona que tuvo una familia amorosa y que no sufrió violencia intrafamiliar, el deseo de haber vivido lo mismo es normal y no es envidia. Porque la envidia es querer tener lo que tiene otro y que el otro no lo tenga. Y en mi caso, no es así. Mi deseo es que todas las personas podamos crecer en un ambiente amoroso y de confianza.
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