Y podés aprovechar para usar toda tu creatividad y pensar en justamente que podrías hacer para cambiar o mejorar tu realidad. Porque detrás de cada cosa o situación que envidiamos, hay un deseo oculto e insatisfecha.
El otro día leí una frase del psicólogo Norberto Levy que decía algo así: “Si aprendemos a interpretar correctamente la información que nos aportan estas emociones «negativas» podremos aprovecharlas para localizar los problemas subyacentes y empezar a actuar para solucionarlos.”
Este ejercicio de escritura lo compartí en el episodio Página 69: ¿Existe la envidia sana?
0 comentarios