Seguramente estás pensando “yo me muero si no tengo mi teléfono por dos días”. Y eso es signo del FOMO. Pero cerrá los ojos, respirá profundo e imaginate qué podrías hacer esas 48 horas sin la ansiedad o angustia de no estar conectada en las redes sociales. Y conectá con lo que te gustaría disfrutar sino estuvieras atrapada al miedo de perderte algo.
Este ejercicio de escritura terapéutica está relacionado con lo que hablé en el episodio del podcast «Página 76: FOMO y el miedo a perderte algo«.
0 comentarios