Con este ejercicio vamos a conocer un poco esa voz interior, esa voz que nos habla y guia, a ver si es una voz que busca la excelencia o la perfección. Después de completar la frase, podés escribir sobre cómo te hace sentir esa exigencia e intentar reflexionar de dónde viene. Y el siguiente paso, racionalizar esa exigencia. Es decir, ¿es razonable la exigencia? ¿Para qué debo atender esa exigencia? ¿Qué me haría sentir?
Este ejercicio lo compartí en el episodio del podcat «Página 63: La hiperexigencia te trastorna la vida«.
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